Todo individuo tiene un sentimiento de valía, positivo o negativo.
La autoestima es un concepto, una actitud, un sentimiento, una imágen, y está representada por la conducta.
La autoestima es la capacidad de valorar el yo y tratarnos con dignidad, amor y realidad. Cualquier persona que reciba amor, estará abierta al cambio.
La integridad, sinceridad, responsabilidad, compasión, el amor y la competencia, todo surge con facilidad en aquellos que tienen una elevada autoestima. Tenemos la sensación de ser importantes, de que el mundo es un mejor lugar porque nos encontramos en él. Tenemos fe en nuestra competencia; podemos pedir ayuda a los demás, a la vez conservamos la confianza de que podemos tomar nuestras propias decisiones y, a la larga, contamos sólo con nuestras capacidades. Si respetamos nuestra valía, podremos percibir y respetar el valor de los demás; irradiamos confianza y esperanza. No tenemos reglas que limiten nuestras sensaciones y sabemos que no tenemos que actuar basados en lo que sentimos. Podemos elegir nuestra inteligencia es lo que dirige los actos. Nos aceptamos por completo como seres humanos.