Mucho de lo que nos sucede es resultado de nuestra actitud. Y como se trata de un problema de actitud podemos cambiarlo.
Relájate un momento. Cierra los ojos y percibe tu condición actual. ¿Qué sientes hacia tí? ¿Qué ha ocurrido o está sucediendo en este momento? ¿Cómo respondes a este suceso? ¿Qué sientes por tu manera de responder a los acontecimientos? Si te encuentras tenso, comunícate un mensaje de amor, relaja tu cuerpo y entra en contacto con tu respiración. Ahora abre los ojos. Te sentirás más fuerte.
lunes, 6 de octubre de 2008
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